Suites per a violoncel, zarbs i altres tambors, segons les Suites per a violoncel sol de J. S. Bach.
Fabriche Bihan, Julien Lahaye
Dissabte 27 de maig a les 20h, a l’Alliance Française Sabadell.
Entrada gratuïta. Aforament limitat, reserves a infocultura@afsabadell.org
Las suites para violonchelo compuestas por J.S. Bach figuran entre las obras mayores escritas para este instrumento en solo. Se trata de piezas de gran expresividad y riqueza polifónica, equilibradas, que conjugan la maestría de la escritura en contrapunto y la perfecta técnica del instrumento.
Fabrice Bihan, violonchelista, y Julian Lahaye, percusionista, proponen hoy una lectura de estas suites como un pas de deux, como una exploración que desea colocar el foco sobre la profundidad de la escritura del compositor alemán y la riqueza de su discurso.
Bach organiza sus piezas encadenando sucesiones de danzas, al uso de la época: alemanda, courante, zarabanda; seguidas de una bourrée, de un minueto o de una gavota; todas ellas precedidas por un preludio, y concluyéndose con una giga. Podríamos decir pues que el armazón de cada Suite está formado por danzas de gran potencial expresivo, ligado entre otros elementos determinantes al ritmo que las compone… A partir de ahí, ¿qué podría ser más pertinente que invitar el tambor a entremezclarse con el canto del violonchelo?
Al abordar este proyecto, Bihan y Lahaye albergaban la firme convicción de que, si bien la idea germinal era la de revelar los arcanos de estas Suites al invitar otros instrumentos, no debía hacerse en ningún caso a expensas de desdibujar los colores de la partitura original, confiriéndoles una tintura “oriental”. Las percusiones utilizadas, pues, son aquellas que presentan las características de timbre y tesitura más aptas para acordarse con la partitura de Bach: percusiones de la cultura persa. Todos estos tambores poseen voces próximas a la voz humana, y se unen maravillosamente a la del violonchelo.
Porque si algo debe ser subrayado aquí, es que la propuesta se basa al fin en un compartir la música y el instante poético a los que Bach nos abre las puertas. Compartir el tiempo, el aliento y el gesto que nos lleva, el movimiento resultante, en definitiva, compartir con quien se encuentra a nuestro lado para seguirnos en este viaje.
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Fabrice Bihan es violonchelista, concertista, investigador y docente. Músico inquieto en constante evolución, ha sido calificado como “artista de raza” por su amplia sonoridad, su capacidad de reflexión y su sentimiento.
Julien Lahaye es percusionista, intérprete y arreglista, explorador avezado de los ritmos indoeuropeos. Como percusionista colorista, gusta de maridar ritmos, gestos y sonidos con las formas de la palabra y la danza.